ENSAYO
FILOSÓFICO
Ideas
para un mundo mejor
¿Qué
podemos cambiar del mundo? A nivel personal, me hago esta pregunta
ahora, pero también se la hago a ustedes, queridos lectores y
lectoras. Lo más fácil, para algunos, sería no “derrochar” el
tiempo en pensar en estas tonterías y dejarlo en manos de otras
personas. ¿Políticos? Miren, así van los países. Sin embargo,
para otras personas supone un esfuerzo pensar qué hacer para mejorar
el mundo. Con todo, se preocupan e interesan por dicho asunto, aunque
lo más difícil de todo esto no es otra cosa que lograr cambiar este
cruel mundo y sus miles de millones de visiones. En tiempos de
crisis, no solo económica, es una obligación realizar una reflexión
crítica acerca de nuestro mundo. Dijo Maurois: ''Sólo hay una
verdad absoluta; que la verdad es relativa''. En este caso, la crisis
es relativa, pero me arriesgo libremente a decir que, en el mundo,
existen tres verdades absolutas y por causa de dos de ellas estamos
así. En primer lugar, la madre naturaleza y, en segundo lugar, el
ser humano, y en tercer y último, pero más importante, el dinero y
su poder, que para muchas personas es Dios. Nada funciona sin él u
otros intereses económicos; la gente es ambiciosa y su objetivo,
quedar por encima de los demás. Es lo que el biólogo Charles Darwin
denominó lucha por la supervivencia:
solo el más fuerte sobrevive a la selección natural, pero ¿y qué
hay de la ley del apoyo mutuo?
Actualmente, la que ha sido la tercera potencia mundial hasta hace
cuatro días ahora necesita de la ayuda del mundo, y es una
obligación del ser humano prestarle todo nuestro apoyo. La causa de
este giro de tuerca, la naturaleza y tal vez el azar. Quizá el ser
humano en sí se crea más fuerte, inteligente y por encima de todo,
pero es que es una característica endémica, de esta especie
colérica. Aunque la naturaleza nos ha demostrado que es capaz de
vencernos, deja a nuestra tecnología, nuestra capacidad creativa, a
la altura del barro. Así nos lo ha hecho ver con el terremoto y el
posterior tsunami que ha azotado Japón. Este fenómeno provocó no
solo una gran cantidad de víctimas mortales, y un paisaje desolador
con olor fétido, sino que ha destruido además a muchas familias, a
las cuales ha dejado sin cobijo, alimento, agua... Esta catástrofe
les ha arruinado la vida.
El filosófo
cordobés Lucio Anneo Séneca era partidario de que el hombre debe
contemplar siempre en su mente la posiblidad del desastre, por
ejemplo lo ocurrido en Japón hace unos días tan solo. Pero el
imperfecto ser humano y su prepotencia de ser superior construyó una
central nuclear en sus ansias de obtener energía a menor coste, en
una zona donde podía verse afectada por la llegada de un tsunami.
Esto demuestra la necedad del ser humano, ya que no fue capaz de
construirla en un lugar con mayor seguridad, aunque posiblemente
sería más caro. Lo más grave de todo es que lo único que busca la
sociedad de hoy en día es el dinero, y el mayor beneficio de tal. No
hay nada claro. Lo único seguro es que el problema está ahí
afuera: miles de personas están afectadas y muchas de ellas han
fallecido. Ahora es cuando el mundo entero debe prestar ayuda, y
todos hemos de unir nuestras manos en símbolo de paz y solidaridad
para prestar la máxima ayuda a Japón y a toda su población, y así
conseguir demostrar que el hombre no es tan competitivo sino que está
capacitado para ayudar a los demás y dar fe de la ley del apoyo
mutuo.
Otra de las
verdades absolutas es que el ser humano es un arma de doble filo, es
capaz de lo mejor y de lo peor. ¿Por qué? Las personas somos
complejas, tenemos multitud de facetas que no conocemos pero
mostramos sin darnos cuenta. Como hemos podido comprobar, las
personas nos ayudamos unas a otras en momentos en los que nos
necesitamos, pero también somos los seres más destructivos de la
Tierra. Esto queda patente en la actualidad; no mucho tiempo atrás
comenzaron una serie de revueltas en el norte de África,
concretamente en Libia. Las gentes autóctonas de la tierra piden a
su dirigente, el dictador Gadafi, que abandone el poder. Los libios
están hartos de soportar su mala gestión dictatorial, piden
democracia como sucede en muchos países, pues ven en ella la mejor
forma de gobierno. El problema se sucede porque el máximo mandatario
se niega a ceder su poder y ha anunciado que no va a renunciar
fácilmente. Como la mayoría de dictadores, a Gadafi no le importa
su pueblo, sino su dinero. El dirigente quiere seguir manteniendo sus
ingresos económicos, que son derivados de la exportación del
petróleo a países extranjeros y de la explotación propia. Muamar
se niega a dejar el poder, y no solo eso, sino que ha dado orden de
matar a cualquier opositor al régimen. Bueno, ahora la gente se
puede preguntar, ¿y ahora qué? Ahora las Naciones Unidas deben
tomar medidas efectivas para conseguir el objetivo del pueblo libio;
al fin y al cabo, el poder debe residir en ellos, ya que son los
verdaderamente perjudicados.
Este mundo movido
por el dinero y su poder no es apto para personas buenas; serán
borregos obedeciendo a lobos. La ONU no ha tomado aún medidas
efectivas con Gadafi. ¿Por qué?, se preguntarán ustedes.
Los revolucionarios libios no esperan ya nada de los países
occidentales, ellos saben que están solos en esta guerra. Y es
cierto. Muchos de los países pertenecientes a las Naciones Unidas no
se arriesgan a tomar medidas, ya que Gadafi y su inmesa fortuna
sirvieron como base para promover campañas políticas costeadas por
el dictador, como es el caso del Primer Ministro francés, Nicolas
Sarkozy, cuya pasada campaña política fue subvencionada por Gadafi
según anunció el hijo del dirigente libio. Parece ser que en los
últimos días la ONU ha tomado la decisión de pasar a la acción y
poner límites a los planes de Muamar para evitar la tragedia
inminente. ¿Será capaz la razón humana de renunciar a sus
intereses económicos y salvar al pueblo libio? Por ahora solo queda
esperar y ver qué pasará. Es obvio que el mundo se puede mejorar de
diversas maneras, pero es muy difícil conseguir tal objetivo.
Vivimos en una sociedad en la que te dicen que eres libre, que tienes
poder, pero en verdad es mentira, una ilusión más que perder. Todo
lo que ocurre en este mundo tiene su trasfondo, un doble sentido,
alguna compensación a cambio, nada es lo que parece. En resumen,
todo funciona por intereses definidos de individuos o colectivos.
Dojenezmar