Dime, ¿a qué eres adicto?
Todo vicio es malo, pero está claro, hay unos mejores, y otros peores.
Todo comenzó en 1845, cuando padre e hijo decidieron dar a luz una obra maestra de los postres; con poca cosa, se hizo grande la ilusión. Dos tiendas en Zúrich, una fábrica en Berna, y una "droga" para paladares exquisitos...
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